viernes, 25 de julio de 2008

Día 14

25/07/2004

Toledo

Nuestros caminos se han separado. Esta mañana él partió a Burgos en autobús. Yo me quedo un día más en Toledo para reposar física y mentalmente. Mañana iré a Novés. Será una etapa dura.

Hoy han llamado muchos de mis amigos. Creo que están todos muy preocupados porque sigo solo el camino. La verdad es que los echo mucho de menos.

Esta mañana han abierto el albergue. El pequeño recinto lo llevan entre cinco o seis monjas. Las hermanas me han dado de comer y de cenar.

Aquí también hay dos señores de mediana edad que no tienen donde dormir. Son buena gente, aunque uno es más buenazo que el otro, que es un poco más pícaro. Los dos hacen buena pareja.

Esta noche por fin me he dado una buena ducha y dormiré en una cama. Esto seguro que me dará energías para mañana. Las necesito.

Pienso en Pedro. En muchos cruces de caminos él decía por donde ir y casi siempre acertaba. ¿Acertaré yo a partir de ahora? Espero que sí.

Hasta pronto.

2 comentarios:

Esther dijo...

Ese fue un día muy raro. Se mezcló la felicidad del reencuentro con el remordimiento y el sentimiento de culpa por la separación. También la preocupación que poco a poco fue dando paso al orgullo por tus logros.

Pove dijo...

¿"Remordimiento y el sentimiento de culpa"?

No tiene sentido seguir un camino que no te ofrece absolutamente nada salvo sufrimiento.
No fue un abandono, solo fue un camino que se separó en dos, y cada cual tenía sus intereses. Sólo eso.